Quién es la persona más buena que conocí en toda mi vida?
Mi papá?
Pero qué define lo bueno?
Cómo es alguien bueno?
Es bueno aquel que pone un cartón en tu lengua, así como según la visión del adicto es bueno aquel que se la regala. Pero, entonces, la subjetividad.
Hoy es noche de viernes y estoy con Camila. Decido con conciencia pasar mi noche de viernes con la perra que al soñar, parece reir a carcajadas. Es la menos peor de las opciones, perdóname, Camila, pero es verdad. No tengo ganas de socializar con un montón de chilangos, chiapanecos o tapatíos fresas.
Sobretodo porque ya reconozco el acento fresa y se me hace un poco insoportable. Siempre dije que la "fresez" o lo careta se tolera más en las culturas ajenas, pero guey...cuando llevas un año en un país, ya los distinguis y si bien acá no usan chombita rosa...hay cada mirrey que te queres matar...
Hoy, ayer y hace como un mes o algo más (quién sabe, no sé en que día ni mes vivo, acá no hay fines de semana ni vacaciones programadas), recordé un blog de hace tiempo. Un blog que hoy vería con otros ojos: una minita muy enojada todo el tiempo, mala onda, viviendo en Mex por motivos laborales de su marido. Se la pasa puteando al país y la chingada, deprimida, triste, añorando Bs. As. No se adapta y descarga su enojo en letras que en aquel momento no supe entender. Hoy lo releo a ver si la puedo mirar con otros ojos. No porque esté enojada con este hermoso país neoliberal que tanto me dio y me dará (blabla), si no porque, pucha che! qué difícil es armonizar con culturas ajenas.
México es cada día más bizarro. Y cuando comienzo el día con ganas de encontrar algo bizarro, los hechos raros se suceden como atrayéndose y me dejan perpleja y sumida en un melocotón de extrañamiento.
Hay un señor que dirige el transito en la bicisenda.
Los turistas que se paran a conversar en el medio del cruce.
Un señor de mantenimiento, nos ve pasar a mis dos compañeras y a mi compañero de trabajo, y le dice a él: "cuidamelas, eh...". No sabes si le pintó ser protector o si es tremendo pajero.
Y dudo porque soy muy ingenua, mis compañeras se inclinaron de inmediato por la segunda opción.
En abarrotes Willys, agarro un paquete de galletas de soda y me paro frente al mostrador del queso, esperando que alguien me vea y me atienda. Cinco minutos después pasa una chica y me dice que no hay servicio porque están descargando y la miro maravillada por su capacidad para resolver situaciones de manera práctica, rápida y fácil. Quién pudiera no salirse del camino de lo pactado con la coyuntura de la vida segundo a segundo...seríamos todos mucho más centrados y haríamos las cosas prestando atención,...no?
Obras cumbres en el comedor del hotel. Paso a describir la charla con A., el de seguridad:
Ch: Qué escribis, A.? poemas?
A: No. Pensaba en los barcos, en cómo se manejan ...en los barcos siempre hay un capitán, y si la tripulación no acata sus ordenes, el barco se hunde...
Ch: Ajá...
A: Bueno, las familias son iguales, el padre es el capitán y los demás son la tripulación...
Ch: Y no puede ser la madre la capitana?
A: No, si bien en este momento en muchas familias trabajan tanto hombres como mujeres, el hombre es el que provee, y el que lleva las riendas, porque la mujer salió de la costilla del hombre, y entonces a partir de ahí, ya está todo dicho: el hombre es el capitán.
Perplejidad devenida en literatura.
Esta entrada esta desordenada, pero no importa, quiero volver a escribir vomitándome las manos sobre el teclado, quiero desordenar para luego establecer ciclos, quiero cambiar de vida, quiero ser diferente, recuperar cosas que me gustan-gustaban de mí y que están enterradas en lo profundo de mi estómago. O quedaron en el sur. Quiero hacer cosas nuevas y diferentes, quiero volver a la Universidad, aunque sea de a ratitos...siento que mi cerebro está estancadísimo y tengo esa necesidad de pensamiento intelectual y análisis literario que mueven neuronas cual culo en Venezuela.
Soy el eterno retorno.
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