20.9.17

Haciendo

La lista indescifrable de cosas para hacer es extensa. No se parece ni remotamente a este viaje. NO es una lista cómoda para realizar siendo nómade.
La vida me pone ante situaciones a resolver. Y mi mente se tara ante ellas, pensando cuán cómodo y fácil sería resolverlas al abrigo de mi casa y mi gata. Una casa que no tengo, una casa que existe sólo en el ideal de vida que mi ego añora, imagina. Y mi gata, una gordita peluda, blanca y negra, que ronronea descansando al calor de la estufa en casa de padres, la que alguna vez fue mía, pero ya no lo es. Una casa a la que puedo volver, pero cuyo adjetivo posesivo no me pertenece. NO nos pertenecemos mutuamente, aunque la opción de bienvenida siempre exista.
No sé tampoco por qué recurro nuevamente a este blog, no sé por qué  me resulta más fácil vomitarme en esta página. Quizás porque este lugar reemplaza la ausencia de casa, quizás porque este lugar fue mi casa durante tanto tiempo, que es lo más parecido a un hogar que tengo hoy; hasta que vuelva a hacer de mí misma mi hogar. De mi concha, mi hogar; de mi útero, mi hogar. 

La cuestión es que tengo una lista enorme de cosas que quiero hacer y que son ultra difíciles de hacer cuando una tiene una personalidad volátil e inconstante y además está cambiando de lugar de residencia cada 4 días:

- Hacer terapia, quiero hacer terapia, algún tipo de amor propio con un agente externo que me cuide y me enseñe el camino de volver a amarme como alguna vez lo hice. NO hablo de psicoanálisis, ni de ninguna corriente, hablo de tener un espacio para vomitarme con tranquilidad. Y que alguien me explique algunas cositas de mi cotidianidad que no estaría entendiendo, ni tampoco aceptando o dejando fluir. Hola, digo que, si no entiendo mi vida hoy, al menos quiero aceptarla y que fluya. Punto.

- Escribir todos los días 700 palabras al despertar, según este artículo, te cambia la vida, y si, siempre me gustó escribir apenas me levanto. Recuerdo aquellos lejanos días de trabajo de oficina, me levantaba antes de las 7 y escribía lo que, al volver luego de seis horas trabajando en el tribunal, leía. No recordaba haber escrito eso que había escrito, medio dormida y con lagañas, aún sin haberme lavado los dientes. Era como si otra Chuls escribiera por mí en esa casi madrugada. Si me pongo loca, era como ser medium de palabras ajenas. Una sensación hermosa, de las más hermosas que pude encontrar en esta vida.

- Auto-recuperarme. No sé si me estoy separando y tendría que atravesar un duelo, no sé si sigo en pareja y debería seguir demostrando mi amor, no sé si mi viaje seguirá en los términos en los que fue planteado, no sé nada, pero sigo, y quiero autorrecuperarme, porque me perdí en las barbas de otro ser, en la nada de la vida nómade, en la inconsistencia de la vida breve y rápida de viajar, siempre viajar. Me perdí en la ausencia de relaciones profundas, y deje de tener una relación conmigo misma, también, porque soy extrema. Autorrecuperarme es fundamental para seguir viva y con ganas de vivir, sorprendida por pequeñas cosas, maravillada de lo que puedo lograr y agradecida por lo que la vida me otorga.

Y varias cosas más, como meditar a diario, pero como mi lista es larga y ridícula, y además, se torna una utopía por como soy, y por mis condiciones de vida externa, no quiero ser hipócrita y elijo una: voy a pasar, mínimo, todos los días, uno o dos horas conmigo misma, sola, sin D. SOLA conmigo. Punto, a ver qué sale de todo eso, en ese tiempo puedo salir, quedarme encerrada, sacar fotos, escribir, hacer nada, nadar, caminar, lo que sea, menos dormir y alejarme de mi propia realidad, de mi ser, de mis certezas físicas y materiales.
Y a la vez, necesito por todos los medio crearme una voluntad de fierro y una constancia de alcornoque para escribir.
Suena fácil pero desde donde hoy estoy parada, no lo es.
Mis premios serán un acercamiento a mi magia interior, esa magia que tengo, que soy y que olvide y perdí; y una birra de vez en cuando, porque además conchudita y mágica, soy rockera. <3 nbsp="" p="">No sé si escribiré el diario acá (público para nadie porque nadie vienen ya aquí) o en el tan poco cómodo y muy feo editor de Mac, pero es irrelevante. Soy haciendo.
Me recupero y me busco, de a poquito para evitar la frustración.

Me abro el ovario izquierdo para conocer el óvulo que tiene mi clave genética más grabada. Me lo como y me pego un viaje hermoso con mi toxicidad.

1 comentario:

Sullen dijo...

Es la primera vez que leo tu blog, esa frase "hasta que vuelva a hacer de mí misma mi hogar" me ha encantando, creo que al final todo se reduce a eso, puedes mudarte de piso, de ciudad o de pais pero nada cambiará si tu no cambias antes.

Te sigo.