Mulheres

En mi última noche en Salvador de Bahía, decido, elijo, no dormir mucho, tomar agua, quedarme escuchando la música de Preta en la computadora, escribiendo algunas palabras desorbitadas en el sillón marrón que da calor, creyendo que hace 30 grados y por acá no entra viento, están todas las ventanas cerradas, no sé con certeza por qué, quizás sea por la seguridad, quizás por costumbre.
Llego a conclusiones en esta noche. Mentira, no llego a ninguna certeza ni conclusión, escucho Insensatez, lembro que, me doy cuenta que conocí cuatro grandes madres sin hombres que criaron hijos solas. Paso a homenajearlas:
Virginia, la cordobesa de 33 anos que moraba temporalmente en Ilha Grande, tenia un namorado lá y falaba muito sobre su vida, sin que uno le pregunte. Una de las mujeres mas generosas que me crucé en mi vida, apenas nos conocimos, nos invito a quedarnos esa noche con ella en Praia do Sonho: ella iba a alquilar una casita para sus hijos y nos podiamos quedar ahí. Nos convidó sanguchitos con su queso, su pan y sus verduras, incluso nos ofrecio brotes de alfalfa, un manjar inusitado en ese lugar paradisiaco (al que voy a volver con vos). Luego, en Ilha Grande, la misma mujer nos compró un sacolé a cada una y al instante se nos hincho la panza de felicidad y azucar. El padre de  sus hijos no veia a sus hijos. No se interesaba por ellos, no los llamaba, no los buscaba, no les pasaba plata, y ella, bancandosela, les daba lo mejor, playas y diversion en el sur de Rio de Janeiro.
Kaala vino de California directo a Rio con su beba de tres anos que todavia se prende a la teta, su beba mexicana hermosa y rubia como el sol y como su mama, nacida en Oaxaca por parto natural, a la antigua, a lo natural, como debe ser y como quiero que sea. La miras y ves la pureza en ella, decia su mama orgullosa, mientras la beba balbuceaba "its so crazy!", fracesita que me lembro siempre a beverly Hills 90210 o algo asi. Kaala es una chamana que a veces tiene ganas de llorar y que se la banca viajando a todos los rainbows con su beba, con sus rastas, con su canasta llena de manjares y su hula hula minusculo, relleno de disfraces de princesas celestiales. Kaala extrana a sus amigas y quien sabe como ha sido su familia que ella decidio buscarse la propia, la que esta unida, no por lazos de sangre, sino por lazos intergalacticos e invisibles.
Maria Mulari, la mujer con mayusculas, que se embarazo una noche de luna llena en un rainbow, en algun lugar, y ahora, su hijo tiene algo asi como doce anos y la cuida y le pone limites porque ella es muy volatil, es mujer, es contenedora y su hijo proveedor. Hermosa, indescriptible, hermosas charlas, maestra de yoga y reiki proveniente de algun pais nordico que no logro lembrar, nos invita a su casa y nos habla de lo maravilloso que es vivir en un campo rodeada de las casas de sus amigos, todos rainbow y hippies y seres de ojos luminicos.
La Preta, Ivana, Pretinha bonitinha que anoche me conto un poco de la historia con su papa, su flia, la historia con el papa de su hijo Matheus, la mujer afrobrasilera que ahora es una gran maestra, esa maestra que todos los chicos esperan tener, la maestra de cuarto que los de segundo ansian tener, los meninos hablan entre ellos de lo masa que son sus clases, ella baila en ronda con sus alumnos, ella es un arcoiris, es tan querible y le estoy tan agardecida.
Cada una de estas mujeres me enseno algo, no son conceptos ni ideas, pero de cada una me llevo algo. Y no es casual que me haya topado con hermosas mujeres madres solteras, madres sin padres, madres con hijos y madres de sus propias vidas, madres de sus destinos.
Gratidão.