Tengo la sensación de que caí de nuevo en la trampa de mi propia mente, cebadita por mentes ajenas. Esta es una nueva forma no mártir de decir: oh, Luijalbelto, de nuevo me han engañau!
No mártir porque me hago cargo de toda mi estupidez enorme y de mi responsabilidad en este asunto cebador.
La decepción de nuevo, las no ganas de hablarle, o las ganas de decirle todo de una, pero también la sensación de volver a un punto de no retorno.
Te gusta siempre ser la tercera? Por qué no probas con ser la segunda y que une autre venga a chupar la pija que te chupas? Ya probaste eso y nunca más lo repetiste, que lo sepas, claro. Quizás eso dolió más que ser la metidita en una relación inentendible y jugar a que no duele porque la tenés clara y sos superada.
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