El señor que abre la puerta del supermercado

Señor, sabía usted que es muy molesto? No me gusta que esté usted ahí, parado, todos los días, todo el día, a cualquier hora, el sr. está ahí y cómo le va y la puerta al salir te abre el señor, aunque tengas una bolsa sola y cinco manos libres, el señor te abre la puerta. Señor, no lo pone un poco triste estar parado todo el día en la puerta del supermercado, abriéndola, señor, a sus setenta años, por qué? eh, señor? El habla de cosas con el otro señor que a veces está ahí vendiendo anillos y macanas, se siente útil y servicial. Se siente san pedro, un cactus se siente y se come el señor para soportar todo el día parado con frío, varices debe tener el señor.