10.4.08

"Sylvia no salió de su cuarto en los dos días que siguieron al arresto de Oreilly: sol en la ventana; luego, oscuridad. Al tercer día ya se había quedado sin cigarrillos, así que se aventuró hasta la tienda de la esquina. Compró una caja de pastelitos, una lata de sardinas, un periódico y cigarrillos, y eso le causó una aguda sensación de delicia y contento, pues no había comido nada en todo ese tiempo. Pero el subir las escaleras y el alivio de cerrar la puerta la dejaron tan exhausta que ni siquiera pudo hacer la cama. Se sentó en el suelo y no se movió hasta que volvió a ser de día. Le pareció que había estado ahí unos veinte minutos. Puso la radio a todo volumen, arrastró una silla hasta la ventana y abrió el periódico en su regazo: Lana lo niega, Repulsa de la URSS, Los mineros llegan a un acuerdo; de todas las cosas ésta era la más triste: la vida continuaba. Cuando uno deja a un amante, la vida debería detenerse; cuando uno se aleja del mundo, el mundo debería acabarse, pero eso nunca sucede. La mayoría de la gente se levanta por la mañana, no porque importe lo que haga, sino porque no importaría que no lo hiciera."


.Truman Capote.



(gracias a Flor)

3 comentarios:

Aprendiz de borrachín dijo...

Esto es mucho mejor que lo que yo lei.

El cafe literario aburridisimo. Los voy a prender fuego el jueves proximo. Llevo kerosene lo prometo,

Anónimo dijo...

De casualidad salte del blog de Aylen al tuyo (me encantan los 3) .. me alegraste el día!

Muchos besos *


Flor

Lucas dijo...

de todo lo que has posteado
esto es lo que mas me ha gustado
sobre todo la ultima parte
saludos