No la conocí en un café, ni hace años.
No la conocí en el colegio, ni siquiera vive en mi ciudad.
Lo primero que tuve fueron sus palabras en noches insomnes platenses. Y lo segundo fue una imagen: negro, blanco, verde. Una figurita asomada, la "ñata contra el vidrio" de un hotel porteño de Avenida de mayo. "Esa debe ser Magui", le dije a Veci (si, Veci). Si! Y lo primero que me dijo fue:"...¿Chuls...?" Y lo primero que pensé fue "es divina", y ese concepto se hizo más fuerte, se me hizo carne, ese día y con el paso del tiempo.
La segunda vez que nos vimos fue un día de mierdita para mí, no por ella, obviamente, ella me rescató entre mates. Estuvimos tímidas pero fue hermoso. Y mañana es la tercera vez. Pero seguramente me parezca que ya nos vimos miles de veces, que nos vemos todos los días porque vivimos en la misma cuadra, que somos muy amigas desde chiquitas, tenemos las misma edad y a principios de los noventa jugábamos a la escondida y a las barbies darkies. Magui es mi nena y está cerca, aunque no lo esté físicamente, porque ella vive en Buenos Aires y yo a 60 km, La abrazo todas las noches antes de ir a dormir y cuando veo Indomables me acuerdo de ella, y la imagino riéndose. Ella me quiere limpia y yo me limpio para ella. Primero para ella, luego para mí. O al mismo tiempo para ambas. Es lindo saber que una de mis partes perdidas está tan cerquita y nos encontramos. Es muy lindo. Te amo, mi amor.
1 comentario:
hermosa!!! me encanto como descrisbiste a magui.. todo lo q sientes por ella!! yo las amo alas dos y me muero de envidia, soledad y alegria de q se vean, de q esten cerca... de q cada vez esten mas cerca.
las amo, preciosas!
disfruntense mañana!
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