Es interesante cómo algunas cosas autóctonas, hechas en ciertas regiones con los materiales que más abundan, se tornan elementos exclusivos y por ende, cuasi inaccesibles, en otras regiones.
Por ejemplo, el chipa.
Ese pancito paraguayo de queso y mandioca, tan rico él, que en Misiones te sale nada, en las ciudades aledañas a la capital es cotizado más que el dolar blue.
La chetización de lo autóctono.
Que gracioso.
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