9.3.11

Mentira

Hoy me desperté podrida. Y no me gusta.
No sé por dónde remontarla para sacarme esta sensación putrefacta de mí.
La realidad es que no tengo ganas de estar acá, estoy cansada y quiero un poco de aire. Naturaleza. Silencio. Soledad de gente, no de animales.
No me dan ganas de lidiar con la gente de hoy. Con vecinos que dejan la puerta abierta constantemente o que cuando se van a trabajar a las 6 am, la golpean al cerrarla, cagándose en la infinitud del sueño ajeno.
No tengo ganas de dejar de putear sólo para un público pequeño.
No quiero que nadie me diga nada, quiero silencio. No me hables.
Estoy podrida, me dejé afuera de la heladera y la humedad platense me desgarró.
Mi tajante autocrítica hace que vuelva a no perdonarme ninguna y que me castigue ante mediana pelotudez. Y no quiero eso.
Cómo se evita?
No quiero ser yo hoy.
Ni siquiera me perdono salirme de la literatura para escribir esta mierda vomitima, putrefacta y catastrófica.
Hagamos de cuenta que es mentira y la belleza.
Atando pedacitos de lana para hacer una gran manta: ayer, en el día de la mujer, volví a ser mi propio ente castigador, me quemé en la hoguera mental y me sentí una mierda, no por tener concha, sino por tener dos neuronas que no hicieron sinapsis, por no saber administrar bien mis tiempos, por no elegir bien, por no saber qué elegir, qué hacer, por estar confundida y no saber que quiero, por soñar con seres con barba canosa, por entender que pronto habrá una presentación de un libro y no voy a estar ahí.
Que alguien me saque de acá o me embalsame.
Me pudro en vida.
Y genero mal olor a mi alrededor.
Un halo ficticio de mierda barata.

3 comentarios:

F. dijo...

Ya yo tb tengo hoy una sensación putrefacta de mí...

mi vida es una puta mierda y lo sé.

Unknown dijo...

Es facil odiarse. Si. A veces inevitable, constantente inevitable. Y esa es otra encarnadisima razon para odiarse mas. Pero creo que es solo otro ciclo que se cierra, quierase o no, ya sea por cansansio, aburrimiento de lo mismo o con la caricia del plomo en la cien... cada vez que lo pienzo demasiado, todo es mas o menos lo mismo.
Entre tanto, lo mejor es escaparse un poco de uno y conquistar algo de paz, por más diminuta, fingida o mentirosa sea.

Saludos

Violeta Color dijo...

Quizás, hoy, putrefacta, quiera compartir con vos el silencio.