21.2.06

Por una universidad gratuita

20 DE FEBRERO DEL '96: IMPOSICIÓN DE LA L.E.S. Y FEROZ REPRESIÓN __________________________________________
Hace diez años, el 20 de Febrero de 1996, la Universidad Nacional de La Plata a través de una Asamblea Universitaria adecuaba sus estatutos a la Ley de Educación Superior con la mayor represión desatada sobre los estudiantes desde la última dictadura. Ese dí­a la policí­a detuvo ilegalmente a 250 personas (los llevó a la Guardia de Infanterí­a en 1 y 60, que fuera un centro clandestino de detención) y luego reprimió a los estudiantes y trabajadores que reclamaban su libertad. Por la tarde se desató otra brutal represi
on en el bosque, en la que se detuvo a once personas a las que se les imputaron delitos penales, que luego se demostraron inexistentes. Pese a esta situación, la sesión de la Asamblea Universitaria continuó, concretando la reforma.
En la década del ´90, el gobierno de Carlos Menem propuso modificar la estructura estatal para adaptarla a un modelo social, polí­tico y económico de achicamiento del Estado y de privatización. Se trató de imponer un modelo educativo funcional a un modelo sociopolí­tico y económico de dualización social, basado en la exclusión y marginación de un número creciente de personas. Este modelo segmenta la educación y la convierte en un bien de consumo. Para lograr esto, cercena la autonomí­a universitaria y se impone con violencia y autoritarismo.
La respuesta de las autoridades ante aquella feroz represión fue, como en otras ocasiones, situar los episodios en el marco de "algunos policí­as que se excedieron". Eduardo Duhalde, en ese momento gobernador de la provincia de Buenos Aires, negó tener responsabilidad polí­tica en la represión aunque justificó el accionar policial ante el pedido de la universidad. Las autoridades de la UNLP también repudiaron posteriormente la represión, a pesar de que enterados de la misma siguieron sesionando. El rector Luis Lima reconoció expresamente haber pedido a las fuerzas de seguridad garantizar que la Asamblea Universitaria pudiera llevar adelante la sesión para adecuar el Estatuto a la LES.
El brazo estudiantil del radicalismo, Franja Morada, fue la única agrupación estudiantil que participó en la Asamblea, en tanto que a los consejeros del resto del movimiento estudiantil no se les dio una identificación, que sí­ poseí­a la Franja, para que la policí­a les permita acceder a la sesión.
En 1994, el Poder Ejecutivo Nacional habí­a enviado al Congreso el proyecto de la LES, cuya "necesidad" se reforzaba unos meses después con una estadística de las universidades en la que se señalaban "problemas estructurales en el régimen de ingreso y permanencia de los alumnos", que se mostraban como factores indicadores de "eficiencia" del sistema. El tinte de inevitable se emparentaba con todas las privatizaciones impulsadas en esa década.
Los cursos "nivelatorios" surgí­an en todas las universidades del paí­s para "dar solución a las diferencias en formación y rendimiento académico", pero los estudiantes denunciaban que "lejos de ser nivelatorios se vuelven claramente restrictivos (combinados con medidas como sistemas duros de correlativas para dificultar el cursado sin mencionar los aranceles administrativos o aportes `voluntarios´), acentuando la desigualdad social, excluyendo, marginando y elitizando la formación superior".
Desde su sanción, con una fuerte oposición estudiantil en las calles hasta hoy, la LES fue promulgada y sostenida con represión, silencio de las autoridades y oposición estudiantil. Tan fuerte fue la oposición del movimiento estudiantil a lo largo de estos diez años que la educación siguió siendo pública, aunque tensionada por medidas que desde estos espacios definen como "claramente restrictivas y antipopulares".
Como deficit para el gobierno, hay que señalar que no se logró homogeneizar la reforma educativa. En el sur del país no se aplicó ni la LFE ni la LES, y en 2004 el movimiento estudiantil del Comahue logró frenar las acreditaciones de la CONEAU en todas sus facultades. En 2005, en Córdoba, hubo marchas de 30 mil personas y se logró el ingreso irrestricto en Medicina. En el mismo año hubo tres Marchas Federales a Plaza de Mayo en unidad con trabajadores ocupados y desocupados. Estas movilizaciones se dieron en el contexto de fuertes operativos policiales que impidieron en dos ocasiones la entrada a la histórica plaza.
A lo largo de todo el paí­s, durante el año pasado, los estudiantes se organizaron en asambleas interfacultades, de manera solidaria con los docentes que pedían una recomposición salarial y en lucha contra la Ley de Educación Superior. Y en el año que comienza, esas luchas "no sólo siguen vigentes sino que -según analizan sectores estudiantiles autónomos- traen los saldos organizativos del 2005 para fortalecerlas".

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