50 pastillas de Seconal sódico

...Voy a usar tu hombro como almohada...le dijo...ella no sabí­a lo que querí­a...ella tení­a mal aliento, y el también, pero él podrí­a haberse lavado los dientes. De todos modos, ella extrañarí­a luego ese aroma extraño de su boca...Quedaron grandes detalles, vaya paradoja utilizada por aquel muchachito:
- ¿por las pastillas?
- no...siempre me costó...-
- ¿fueron seis?...
- no, esteeeemm...diez...
- Lo hice a propósito...Siempre que tenés sueño no hablás? Durante la noche si hablé, nene, "nene", bobita, órbita bobita que me envuelve cuando estoy cerca tuyo...el enamoramiento me posee muy fácilmente...y el vaivén de un tren me hace dormir...y tu piel me hace querer tocarte, aunque la tengas algo áspera, como si junto con tu habitación, aquel dí­a, te hubieras incendiado vos también...¿Vamos a comprar una cerveza? bueno, dejá...yo la pago...pero vamos al sol, mejor...ahí­, en donde está la palmera (me parece que hoy a la tarde conté demasiadas intimidades) (siempre me pasa que cuento demasiado y luego me arrepiento...debo callar y sonreí­r...) (o estar seria, pero callar....). Hija de puta, querías las dos cosas? jaja, sos maloooo, no? no, sos un buen chico...sos bueno, no? No vas a ir a entrenar, me estás jodiendo...
Amo la mente humana, amo enamorarme de una mente humana, amo que una mente me haga querer vivir para estar con ella y escucharla, y leerla y mirarla y tocarla y tranzármela...amo discutir acerca de libros, polí­tica y autores con una mente humana que me eleve, que no sea real...amo a la gente que no es real...
Pero también amo escaparme con el ser más real del mundo en un tren a los suburbios de una ciudad...amo que me diga si quiero ir a un lugar oscuro y recóndito ("si me proteges, si"), amo reirme con un pibe de barrio que me dice boludita de una forma que me hace temblar las patas, amo ser descarada y tener la confianza como para subí­rmele encima cuando yo quiera. Amo entrar clandestinamente a su casa y sacarle una hormiguita del pelo durante la noche. Amo amar las dos cosas, y saber que puedo amar aún más colores. Amo sacarle a lo real la parte irreal...

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