Ayer me la pasé ensoñada.
Las contracciones de tu estómago o de algún otro órgano aledaño son la forma que tiene tu cuerpo de decirte: pará, nena.
Y paraste.
Es posible que la intoxicación corporal a causa de lácteos que dejaste de comer pero que a veces te metés quién-sabe-por-qué te haya causado tanto sufrimiento (me decían exagerada), bueno, no es que fue tanto el sufrimiento, pero te dolió mucho la panza, la cabeza, creías que era todo un sueño y nadie sabe explicarte científicamente esa sensación.
A todos nos pasa eso de despertar un día y vivir ensoñad@s. No me digas que nunca anduviste de chiquita con tu flia. y la ex de tu hermano, en ese supermercado al que ahora no vas más, y te parecía estar soñando.
Porque también vivimos mientras soñamos y viceversa.
Yo me pregunto seriamente qué tiene la sopa del bebé que le hace bien a su pancita (?)
Hoy seguís igual, pero un poco menos, la cabeza te dice que pares ahora. Y vos, le haces casito y paras. Y lees y te vas.
1 comentario:
la sabiduría del cuerpo.
:)
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