Luego de una noche de sueño la perspectiva cambia y las cosas que ayer a la madrugada nos atormentaban al punto de querer llorar y tomarnos varias pastillitas, hoy nos parecen una gran idiotez del tamaño de un elefante con alas que se fue volando mientras nos guiñaba un ojo porque, al alejarse, no estaba haciendo un favor.
El elefante nos parece un pendejo y le decimos, vola, vola pendejo, aprovechá esas alas y vola lejos de mí, dejate de joder con el chamuyo barato elefante plateado vola y favorece un poco mi salud mental y espiritualidad blanca.
3 comentarios:
acá nos e puede poner me gusta!
jajajajaj
t quiero amibaaaaa
dios como te admiro
genial.
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