Se ve muy malo el panorama. Mis días huyen de mí. Haces todo más complicado, inventas laberintos y la vida se opaca.
¿Soy la única persona que se convierte en bicho bolita cuándo te ve?
Te moves en círculos eternos, estrella fugaz de una noche plástica. A mis sueños traes acidez. Me crecen granos en los ojos cuando te veo y las uñas se me caen de los dedos dejándome desnuda. Haces mi vida explotar. Cuando te doy besos, los dientes se oscurecen y la lengua quiere irse de mi boca a lamer árboles de otros mundos. Cuando tus manos tocan mis tetas, gritan en un erizo de espanto. Si sueño con vos, me despierto dada vuelta y sin almohada. Mi bicicleta no te conoce porque nunca quiso llevarme hasta vos, pero se tapa los oídos cuando te nombran. Los agujeros de mi cuerpo se cierran para que no entres: mi nariz evita tu pelo; mis orejas, tu lengua; mi concha, tu soberbia. Te toco y el olor sube rápido. Sos la gran defecación violenta de un elefante desnutrido. Una paloma de plástico verde en una vidriera de Once. Sos la guirnalda rota del arbolito de Navidad usado del negocio de la estación de trenes de Ezpeleta. Sos la peor canción que se oye. Sos el sonido infernal del sintetizador de Lito Vitale. Sos el recurrir a lo cotidiano de esta narración.
3 comentarios:
lo que escribiste es hermoso y terrible, jules [o cómo te llames]. me recuerda a alguien de quien todavía me estoy recuperando. abraxo de una desconocida. =]
Cáustico. Quemante.
Acido, jajjaaj, me gusta como escribis.
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