Tus piernas cruzadas bajando de la silla al suelo, y yo convertida en una estúpida, deseando que la música me taladre la cabeza, queriendo comerme un pez de menta un martes por la noche, juntos, en cofradía y con un mantel de flores y soles.
Pendejo.
Es muy pronto todavía. Tengo un solo recuerdo y no me acuerdo suficiente.
En momentos antagónicos te creí otra ilusión.
Estoy segura de dudar de tu existencia, sin saber siquiera de mí.
1 comentario:
No se si irás a lo mismo que me pasa a mí, pero tus palabras me identificaron tanto por cierta sensación que me provoca cierto señor...
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