No sé por qué imaginaste que estábamos unidos

Fumabas Marlboro light. No voy a caer en decir que la gente que fuma light es así o asá, porque sería una estupidez más. Y ya bastantes. Pero en vos era un típico gesto de querer ser diferente, pero tener miedo, estar atada a una sociedad que te dice que fumar es perjudicial, y tener esa parte de la sociedad bien metidita adentro tuyo vía el orto. Como comer y luego vomitar, no te vaya a quedar eso adentro del cuerpo que tiene que ser perfecto, porque sos rubia, italiana y perfecta y te sacas fotos con negritos de África porque sos re copada. Como cuando me dijiste que eras de derecha, a los 19 años. Se podría tomar como una pelotudez de pendeja que ni siquiera sabe quién es, que estuvo histeriqueando 5 años con un nene y se lo cogió rapidito y a escondidas justito antes de irse del país para no volver y luego, cuando el pibe sale del closet vaya a saber luego de qué proceso traumante de rugbier platense, ella dice que ya sabía. Ya sabías o querés que no te afecte? como te afectó el hecho de que esta que escribe no manifieste interés alguno en tus reiteradas visitas al país. La pregunta es: para qué re-vernos, si lo que nos une quedó en un pasado ficticio y, como le dije a Cho hace unos días, los temas de conversación se remiten a anécdotas de adolescencia que no le interesan a nadie, ni siquiera a sus prot-agonistas, o a demostrar mediante palabras que a veces no quieren hacerlo, lo bien que te fue en estos diez año, lo exitosa que sos, toda la plata que tenés y lo bien que te está yendo en tu vidita de señora de clase media que disfruta quejándose de la inseguridad generada por los negros villeros. Yo, en cambio, no. Mi vida en estos diez años fue un sin fin de idas y vueltas, vagando de carrera en carrera, de hombre en mujer, de mí en mis otras mís, de psicóloga en psiquiatra, de pastilla a faso, de libro en libro, hasta que me animé a decirte un par de cosas de manera infantil para contrarrestar tu pose pelotuda de adulta de un primer mundo primero en la lista de xenofobia inmunda y capitalismo choto y salvaje.
Me toco las tetas y las tengo paradas y más grandes, están contentas y no es por vos: me está por venir. La que no está contenta soy yo: hinchadísima, tetas ficticias por el efecto hormonal, sensiblería al palo y ganas de dormir sin clona ni nada a mano. Ni hablar de los litros de líquido que generan mareas no deseas en mi cuerpo ahora.
Suspirito.