Es difícil reconocer que una persona me defraudó.
Le sigo dando oportunidades, una y otra vez, en nombre de un pasado que fue lindo pero ya no existe. Pero las oportunidades tienen stock limitado y a mí se me acabaron todas juntas la semana pasada, se me acabaron las de él, las del otro y las de que aquel otro, pero esas se me habían terminado hace tiempo. Y me pudrí. Y es un alivio saber que, si bien hoy me despierto antes y no me vuelvo a dormir pensando en dos cosas que me faltaron decirle (quiero decirle que me defraudó y que desde hace rato no le creo nada de lo que dice y que por eso necesito alejarme del todo, y no verlo nunca más, pero nunca más de verdad), dentro de unos días no me va a pasar eso, ni nada.
Y reafirmo la idea de que me voy a dedicar a eso para sublimar y quizás no me importe mucho más nada ni nadie. Y si mi situación no cambia para las vacaciones de invierno, chau.
Matarse en temporada laboral es complicado. Si te sale mal otra vez te pueden tildar de melodramática. La burocracia no entiende razones de extremidad mental.
4 comentarios:
no entiendo muy bien..
pero... nunca des muchas oportunidades
es bueno que pongas un limite...
y te des cuenta que es bueno tomarte tu tiempo...
abrazos... princessa
xoxo
y como es complicado mejor tratar de estar mejor para no tener necesidades...
Te Quiero Chuletita
Matarse no da en ninguna época del año, capaz es masoquista mi pensamiento, pero no da.
Más vale borra a los pelotudos y ya.
No le digas mas nada, alejate de gente asi. Besos
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