16.1.05

No leí­ a Camus

Dicen que tení­a cinco años...yo creo que tení­a seis o siete...creo que estaba en segundo grado, porque fue en quinto cuando tuve varicela...no? o soy yo la confundida?
Cuando era chica mi abuela me drogó.
En la última reunión semi-familiar con nuevos integrantes pude recoger los diversos testimonios (antes yo sólo tení­a mi propia versión, muy divertida).

Miversión:::: "ese dí­a mi mamá me dejó en la casa de mis abuelos, porque ella iba al dentista a un par de cuadras de ahí­...yo tení­a un dí­a melancólico, no querí­a quedarme en la casa de mis abuelos, yo extrañaba a mi mamá, yo querí­a llorar...y lloré, pero le dije a mi abuela que me dolí­a la cabeza. Tengo registrada en el cuerpo la mentira. Me acuerdo que pensé "estoy mintiendo" (tal vez asustada o amenazada por la idea de dios infundida en el colegio). Y mientras yo estaba en la calesita de mis primos (con este dato, que no sé si es inventado o cierto, saco la conclusión de que tení­a más de seis años, porque mi primo mayor nació cuando yo tení­a seis...), mi abuela fue a buscar un Mejoralito. Mejoralito: pequeña pastillita rosa, antigripal para niños, inofensivo y de buen sabor. Yo me tomé la pastilla. Espacio de tiempo vací­o. Estoy en el auto de mi abuelo, un Renault 12 celeste, a upa de alguien, creo que de mi hermano, tirada y llorando porque me siento muy mal. Estamos en las calles 1 y 32. Estamos tardando en llegar a mi casa, el viaje se me está haciendo interminable. Espacio de tiempo vací­o. Estoy en la cama de mis padres, veo un pequeño techo arriba de la cama, un techito de acrílico transparente, como de juguete, con unas persianitas tambien de acrí­lico, como si todo fuera una casa de muñecas construida alrededor mí­o. Espacio de tiempo vací­o. Veo la pelí­cula del supermercado. Todo negro, menos una puerta enfrente de mis ojos, en la que asoma un carrito de compras y a través de la cual se ven algunas góndolas. Espacio de tiempo vací­o. Me rí­o. Me ponen un supositorio. Yo no quiero que me vean la cola todas las personas que están en la habitación. Espacio de tiempo vací­o. Es de noche, vamos al hospital. Es muy posible que el episodio del supositorio haya sucedido luego del hospital."

Dijo Rosa (la autora del hecho) (mi abuela adorada): "Estábamos en mi casa y a ella le dolí­a la cabeza, yo fui a buscar un Mejoralito y se lo di, pero al rato la vi hacer cosas extrañas, y mi otro nieto (mi hermano) me dijo que algo le pasaba. La llevamos a su casa, ella estaba delirando. Yo no sabí­a qué le pasaba, le habí­a dado dos Mejoralitos. La dejamos en su casa, más tarde me preguntaron qué le habí­a dado, y yo decí­a que le habí­a dado dos Mejoralitos...pero cuando me fijé en la basura para asegurarme, vi la tableta vací­a de Trapax. Llegué justo a tiempo para decirles que me habí­a equivocado de medicación, porque en cualquier momento la iban a punzar para ver si era algún problema neurológico grave. Me sentí­ muy culpable."

Dijo la hija mayor de Rosa (mi mamó): "Noooo, no le diste dos Trapax, le diste uno! Si le hubieras dado dos no contaba el cuento...Yo la dejé ese dí­a en tu casa y te dije que se habí­a sentido un poco mal a la mañana, que si le dolí­a algo le dieras un Mejoralito. Cuando estaba en mi cama se reí­a, lloraba, al rato se dormí­a, todo de un segundo a otro...me contaba las pelí­culas que veí­a, y yo no sabí­a qué le pasaba...Roberto (mi tí­o, médico pediatra) decí­a que le habí­an dado algo, pero también habí­a sospechas de aneurisma o algo parecido, y cuando me dijeron que la iban a punzar, me quise morir...Fuimos al hospital de niños y justo llamó la abuela para decir que habí­a encontrado la tableta de Trapax vací­a...le duró muchí­simo el efecto, a los dos dí­as, yo la estaba bañando y la tuve que atajar porque casi se tira del borde de la bañera como si fuera una pileta olí­mpica..."

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